Amigas de la Tierra, CECU y el Sindicato de Inquilinas reclaman en este Día de la Biodiversidad que el derecho a la naturaleza y la vivienda vayan de la mano
En este Día de la Diversidad Biológica, las organizaciones Amigos de la Tierra, Federación de Consumidores y Usuarios CECU y el Sindicato de Inquilinas de Madrid han reclamado “avanzar en una renaturalización urbana, como herramienta frente al cambio climático, que garantice barrios habitables sin importar las rentas de las personas y que no genere efectos perjudiciales para la población, como la subida de los alquileres o la gentrificación verde“.
En comunicado conjunto, dichas entidades afirman que el derecho a la naturaleza se ve vulnerado “de forma reiterada, a pesar de ser un derecho universal, reconocido por la Asamblea General de Naciones Unidas. El mercado inmobiliario, contrario a la justicia social y espacial, vulnera el derecho a la naturaleza en las ciudades. Las organizaciones reivindicamos que es necesario priorizar la equidad y la justicia en la renaturalización de los proyectos urbanísticos, de lo contrario se generan problemas sociales y territoriales como la ‘gentrificación verde’, tal y como sucede en diferentes barrios y municipios”.
Tambien demandan una urgente “renaturalización de los entornos urbanos” para la adaptación de la población a las altas temperaturas que cada año van en aumento. Esta situación impulsará en los próximos años políticas estatales y europeas, como la futura Ley de Restauración de la Naturaleza, que, según estos colectivos “debería incluir cláusulas sociales que eviten la gentrificación verde. Si los procesos de renaturalización en las ciudades provocan la subida de precios del alquiler y la expulsión de las vecinas de sus barrios, se vulnera todavía más el derecho a la naturaleza”.
En el comunicado también explican que, “en un escenario de desigualdad, subida de precios y pobreza energética, las soluciones individuales para hacer frente a las altas temperaturas no son suficientes. Son imprescindibles políticas públicas que protejan a las comunidades frente a los intereses privados y que, con ello, garanticen el derecho a la naturaleza y a la vivienda, en definitiva, barrios habitables”.
Por ello, desde Amigos de la Tierra, CECU y el Sindicato de Inquilinas de Madrid, reclaman políticas de renaturalización, a la vez que medidas que garanticen que la vivienda sea un derecho universal.
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