La Rebelión Científica declara ante el juez por una protesta climática noviolenta frente al Congreso de los Diputados
Comunicado del movimiento climático. Hoy finaliza el proceso de declaraciones ante juez de las científicas y activistas que recurrieron a la desobediencia civil no-violenta para reclamar acción climática real el pasado 6 de abril de 2022 ante el Congreso de Diputados, manchando con líquido rojo inocuo las escaleras y las columnas del Parlamento. Esta acción, que no produjo daños materiales, y que fue desalojada por la policía sin violencia, tuvo un impacto mediático internacional y simbolizó un nuevo compromiso de la comunidad científica. Coincidió con la publicación del sexto informe del Panel de Expertos de la ONU en Cambio Climático en una protesta internacional coordinada con más de 25 países y en la que participaron científicos y científicas de renombre como Peter Kalmus (NASA), la autora del IPCC Julia Steinberger o Fernando Valladares, ecólogo del CSIC.
Entre las personas que hoy han prestado declaración figuran Jorge Riechmann (doctor en filosofía y profesor de la UAM), Marta García Pallarés (graduada en ciencias ambientales), Juan Bordera (periodista y divulgador ambiental), Elena González Egea (doctora en astrofísica) o Fernando Prieto (doctor en ecología). Estos científicos y activistas decidieron salir a la calle porque, tras décadas de avisos y de informes, los gobiernos siguen sin actuar acorde a la gravedad de las investigaciones. En España un 75% del territorio está ya en alto riesgo de desertificación y la mala gestión política que es responsable del agotamiento de los recursos hídricos en Doñana se ha convertido en el símbolo de las criminales carencias de la acción pública en el conjunto de nuestro país.
Aunque el primero de los delitos de los que se les acusó (interrupción de la actividad de la sesión del Congreso) fue desestimado tras una breve investigación por no encontrar ninguna base real, la fiscalía ha mantenido la acusación por delito de daños, añadiendo además la tipificación con agravantes y desórdenes públicos. Se trata de delitos graves que podrían suponer penas de hasta 6 años de prisión. Debido a estas acusaciones, hoy y el pasado día 30 de marzo, las 15 científicas, académicas y activistas acusadas declaran ante el juez de instrucción en los juzgados de Plaza de Castilla en Madrid.
Queda muy poco tiempo para actuar. Las emisiones de CO2 no paran de aumentar y con la guerra de Ucrania se prevé un 14% de subida de las emisiones de carbono. En este contexto, como bien dijo el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, en una histórica declaración pública: “A veces se describe a los activistas climáticos como radicales peligrosos. Pero los verdaderos radicales peligrosos son los países que aumentan la producción de combustibles fósiles”.
Campaña de apoyo a las imputadas de Rebelión Científica
Hoy día 13, y bajo el hashtag #JuicioAlaCiencia, se han organizado actos de apoyo y de protesta en ciudades como Valencia, Murcia, Bilbao, Zaragoza, León, Barcelona, Granada, Pamplona, Mallorca e Ibiza. También cuentan con apoyo a nivel internacional, como son los casos de las protestas convocadas en la embajada española de Portugal en Lisboa a las 17:30 horas, así como en Francia, Panamá y México; en la que se esperan movilizaciones, tanto en México DF como en San Luis de Potosí.
En Barcelona se ha realizado otra acción directa no-violenta en la que miembros de Rebelión Científica y Futuro Vegetal han lanzado “pintura” roja lavable contra la subdelegación de Gobierno en la ciudad condal en denuncia por la conducta represiva del gobierno de España. El pasado 30 de marzo, coincidiendo con la fecha de las primeras declaraciones de las científicas imputadas, varios miembros de Rebelión Científica, junto a otros activistas de Rebelión o Extinción España y Futuro Vegetal, decidieron repetir la acción arrojando un líquido rojo lavable sobre el león, las escalinatas y columnas del Congreso. Fueron detenidas 9 personas, entre las cuales se encuentran dos científicos imputados por la anterior acción y que reincidieron a las pocas horas de declarar. Explicaron que “la catástrofe climática no para, nuestro compromiso no-violento tampoco”.
Esta tarde, a las 19:00 horas en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía en Madrid, el acto de presentación de “2020: The Walk” también visibilizará el compromiso colectivo y se proseguirá con una concentración-recital de poesía en las plaza de las Cortes el día 15 a las 10:00 de la mañana.
Debido a la creciente indignación de la comunidad científica, se espera que en los próximos días se sigan realizando acciones de protesta tanto a nivel nacional como internacional sobre las delegaciones y embajadas del gobierno de España. Desde Rebelión Científica declaran: “La criminalización de la comunidad científica y académica por una protesta climática no-violenta, legítima y necesaria es un precedente. Más cuando en nuestro país aquellos que están destruyendo el mundo y nuestro futuro de forma sistemática y deliberada actúan de forma completamente impune”.
¿Por qué están luchando?
Rebelión Científica demanda a las instituciones españolas la elaboración e implementación a escala nacional, autonómica y municipal de un plan de acción y adaptación frente a la emergencia climática.
Se exige que estos planes de acción sean acorde a la evidencia científica, que requiere una descarbonización de emergencia de la economía y una adaptación profunda basada en un decrecimiento planificado y socialmente justo. Esta transición debe implicar una redistribución de la riqueza, siendo los principales contaminadores y responsables de la crisis climática quienes sufraguen los costes de la transición. Además, estos planes deben ser guiados mediante mejoras democráticas como la co-gobernanza ciudadana y la democracia participativa.
Están preparando el lanzamiento de una nueva campaña de acciones que tendrá lugar en mayo y que pondrá el foco en el negacionismo y retardismo climático presente en la política española. En el contexto político actual, aproximadamente a 7 años de cruzar el límite de seguridad planetaria, la peligrosa proliferación de candidatos negacionistas de las evidencias más básicas con respecto a la crisis climática pone en grave riesgo la posibilidad de tomar las medidas necesarias para garantizar la protección de nuestra población.
El profesor Jorge Riechmann, uno de los imputados, reputado filósofo y escritor nos deja la siguiente reflexión. “Cuando se criminaliza la protesta noviolenta, una sociedad se daña a sí misma. Y por partida doble si es una sociedad democrática”.
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