Rebelión Científica apuesta por el decrecimiento en su nueva campaña
El pasado lunes, 22 de abril, coincidiendo con el Día de la Tierra, empezó la campaña internacional de Rebelión Científica “El crecimiento mata/ El decrecimiento nos salva”. Su objetivo es dar visibilidad al modelo alternativo del decrecimiento que recomienda la comunidad científica, “para producir y consumir drásticamente menos, garantizando el bienestar de todos dentro de los límites del planeta”.
La campaña pone sin paliativos el punto de mira en un tema clave y a menudo silenciado para abordar la emergencia climática: “el crecimiento que nos mata y la amenaza inminente que este representa para el derecho a la vida, como reconoce la ONU”, según Rebelión Científica, que el pasado lunes arrancó con esta iniciativa a través de tres acciones en Canarias, Valencia y Santander.
Huelga en Canarias, protesta en Valencia y debate en Santander
En Canarias, los militantes de Rebelión Científica están participando en la movilización ciudadana del colectivo “Canarias se agota” y apoyando la huelga de hambre que cumple hoy su día 14. Con esta acción denuncian el modelo de “crecimiento desbocado que está saqueando a Canarias” y reclaman la implantación de una moratoria turística, la creación de Asambleas Ciudadanas vinculantes y la paralización del hotel de la Tejita y el macroproyecto Cuna del Alma.
En Santander se organizó el pasado lunes una mesa abierta sobre decrecimiento en el centro de la ciudad. En Valencia la acción consistió en una performance interactiva por la tarde con 2 modelos de la Tierra (uno verde y azul representando el decrecimiento y otro gris para el crecimiento) y 2 preguntas a las que invitaron al público a responder: ¿Qué mundo eliges? y ¿Cambiarías tus hábitos? Además, representaron la represión al movimiento climático.
Tres Demandas para un cambio de modelo hacia el bienestar
Las tres demandas centrales de esta campaña participan todas de una reforma profunda del sistema económico, bajo control democrático y defienden un modelo de organización socialmente justo y respetuoso de los límites planetarios.
1. Por un lado, Rebelión Científica reclama un cambio drástico y rápido del modelo de alimentación que sobreconsume alimentos de origen animal. La ciencia considera que la industria ganadera tiene uno de los impactos ambientales más destructivos. Rebelión Científica pide la eliminación de subvenciones a la ganadería, subvencionando el tránsito hacia dietas vegetales y etiquetando la huella real de los alimentos.
2. Por otro, para cumplir con los objetivos de urgente descarbonización, Rebelión Científica exige la planificación de un ineludible decrecimiento en todos los consumos excesivos, con la prohibición de la obsolescencia programada y de la publicidad falsamente ecológica, la obligación a empresas a responsabilizarse de los daños que crean y la eliminación de subvenciones a combustibles fósiles. La reducción masiva del consumo de bienes y de materias primas es la base de una transición justa y democrática que elimine desigualdades y mejore las vidas de las personas así como del resto de formas de vidas y ecosistemas, necesarios para sustentar la vida humana.
3. Esto implica la implementación de una mayor participación ciudadana, con una Asamblea Ciudadana vinculante y permanente. La información científica veraz e independiente debe ser la base de la transformación profunda y democrática de nuestra sociedad, lo que significa también poner fin inmediatamente a la criminalización actual del activismo ambiental.
El tiempo se agota para desactivar “la bomba de relojería climática”
Rebelión Científica cita al secretario general de la ONU, António Guterres, quien insiste en que nos queda poco tiempo para “desactivar la bomba de relojería climática” que amenaza la totalidad de la humanidad. Los cambios drásticos para salir de un sistema centrado en el crecimiento económico han de ponerse en marcha, según el colectivo, “con máxima urgencia dadas las 5 décadas de inacción criminal de los Estados que acumulamos y que nos han abocado ya a superar en 2024 los 1,5 grados que se temían para fin de siglo, ante lo cual urge actuar para evitar escenarios mucho peores”.
“Desde 1972, con la publicación del informe Los límites del Crecimiento para el Club de Roma, la comunidad internacional sabe que la economía de crecimiento nos lleva a un suicidio colectivo anunciado. El lema de la Campaña, EL CRECIMIENTO MATA, hace referencia a ello y propone un cambio de modelo que nos puede salvar: un DECRECIMIENTO JUSTO Y DEMOCRÁTICO hacia el bienestar dentro de los límites planetarios“, concluye Rebelión Científica.
Las propuestas se detallan en 6 medidas en el Manifiesto de la campaña
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