Hongares, una opción para combatir el racismo inmobiliario
“El racismo inmobiliario es una realidad que vivimos día a día” dice Francisco Blanco, fundador y propietario de Hongares, la primera empresa inmobiliaria en Valencia que gestiona alquileres de piso para migrantes, quien ha sufrido en carne propia las dificultades de acceder a una vivienda. La poca oferta existente, la subida de precios, requisitos inalcanzables como tener nóminas muy elevadas, altas fianzas, seguros de impago y otros, son las barreras a las que se enfrenta la sociedad en general cuando busca alquilar una vivienda, y esta situación se agrava aún más cuando se está en la condición de migrante.
A pesar de que una persona no puede ser discriminada por razón de origen, ya que es un derecho reconocido en la Constitución española, el racismo inmobiliario existe y es camuflado todos los días. Blanco migró desde Nicaragua hace seis años con el sueño de mejorar la calidad de vida de su familia. Estuvo un tiempo trabajando en una empresa inmobiliaria, donde aprendió las fortalezas y debilidades del sector y pudo constatar los obstáculos que se le ponen a los migrantes a la hora de otorgarles un alquiler. A partir de este momento, decidió hacer algo para resolver este problema.
Hongares busca apoyar a las familias de migrantes de Valencia con dificultades en el acceso a la vivienda. Parte de su trabajo consiste en desmontar los prejuicios y la desconfianza de los propietarios cuando se plantea la posibilidad de alquilar sus propiedades a personas no españolas.
“Mi emprendimiento nace en Incubadora Con Valores. Yo tenía la idea de lo que quería hacer y en la Incubadora me dieron las herramientas que necesitaba para lanzar mi negocio” dice Francisco. Incubadora Con Valores es una incubadora de negocios inclusiva que trabaja con personas en riesgo de exclusión social para ayudarles a crear sus propios medios de vida.
En estos cuatro años, Hongares ha crecido exponencialmente. Cuenta con una amplia red de propietarios particulares, recibe miles de llamadas cada día y logra colocar en viviendas a cuatro familias por mes. También brinda asesoramiento en temas de extranjería y ofrece a propietarios e inquilinos los servicios de una empresa de limpieza.
Posiblemente Francisco no consiga resolver el problema de los miles de migrantes que se ven afectados ante esta situación, sin embargo, se ha puesto manos a la obra para combatir el racismo inmobiliario en España, dándole una oportunidad a tantas personas que lejos de su tierra de origen buscan un hogar.
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