Preguntas difíciles pero necesarias, MENUdaTIERRA en BioCultura Bilbao y la insostenibilidad de nuestro sistema alimentario
Este próximo viernes, 6 de octubre, comienza BioCultura Bilbao en el BEC, cuyo pabellón 2 acogerá la feria de referencia del sector ecológico durante todo el fin de semana. De esto hemos conversado con nuestro ecomensajero digital, Pedro Burruezo.
BioCultura no es solo una feria de alimentos y productos ecológicos. Allí ocurren muchas cosas y se organizan multitud de actividades. Burruezo ha comenzado su intervención destacando la proyección del cortometraje Cuerdas de Estíbaliz Urresola. En el corto se unen ficción y realidad para denunciar las malas prácticas de Petronor – Repsol a fin de desmovilizar las luchas vecinales. Malas prácticas como, por ejemplo, ofrecer pequeñas subvenciones o puestos de trabajo. También es una manera de evitar que se hable de los problemas de salud derivados de la presencia de la refinería de Petronor en Musquiz (Vizcaya).
Precisamente, la doctora Sara Ibáñez lleva años denunciando dichos problemas de salud. Según sus análisis, la polución de la refinería de Petronor (Repsol) afectaba a la salud obstétrica de las mujeres. De hecho, se dan muchos casos de abortos y de malformaciones en los fetos. Además de muchos otros problemas de salud en la población expuesta, hombres o mujeres.
Ibáñez y Urresola participarán en el coloquio posterior a la proyección del corto. En la charla también intervendrá Begoña Suárez, la protagonista de la cinta, así como una representante de la campaña Stop Ecocidio, para debatir sobre la necesidad de crear leyes internacionales que protejan de forma efectiva el medioambiente.
Antes de cambiar de tema, Burruezo ha planteado la misma pregunta incómoda que aparece al final de Cuerdas y para la que, probablemente, no haya una respuesta clara. Dicha pregunta se refiere a las responsabilidad individual de quienes hoy denuncian a la empresa por problemas de salud, derivados precisamente de haber trabajado allí. La pregunta, quizá sin respuesta, por las múltiples aristas del asunto, es: ¿Si tú sabías que eso era tan nocivo, no sólo para ti, sino para la población en la que tú vives, por qué trabajabas ahí?
Ciertamente este es el tema en el que más nos hemos alargado. Porque nos apetecía y porque son asuntos en los que debemos ahondar para intentar hallar no sabemos si una respuesta, pero sí un camino. Tras esta interesante conversación, Burruezo ha destacado que BioCultura Bilbao también acogerá el Congreso MENUda TIERRA sobre alimentación sostenible.
A lo largo de dos años, el proyecto MENUda Tierra ha desarrollado herramientas y organizado actividades de diferente índole para ayudar al tan necesario cambio de modelo alimentario que promueve la estrategia Del Campo a la Mesa integrada en el Pacto Verde Europeo. Gracias a la cofinanciación del programa Life de la UE, la Asociación Vida Sana ha podido aportar su granito de arena apostando no solo por los productos ecológicos, sino también por las dietas tradicionales y los alimentos locales.
Por último, Burruezo ha acabado con una noticia “nada positiva”. Y es que, según un estudio europeo, cinco países representan por sí solos el 70% de la huella alimentaria en el viejo continente. Además, una cuarta parte de los alimentos consumidos en la UE proviene de fuera. Otro dato más: la huella ecológica de los residentes europeos supera constantemente la biocapacidad de la región, por lo que se depende de recursos externos para satisfacer las exigencias del estilo de vida de la UE.
En conclusión, comemos mucho, de mala calidad y de manera insostenible. Ciertamente no es positivo. Salvo por el hecho de que necesitamos identificar los problemas antes de dar el siguiente paso: buscar soluciones. De eso se trata.
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