Ashoka España ha presentado hoy su segundo policy brief “Inteligencia artificial al servicio de la democracia: claves para Administraciones Públicas” en el marco de AI FOR BETTER, una iniciativa apoyada por Google.org que durante dos años ha analizado cómo la inteligencia artificial puede utilizarse para afrontar desafíos sociales como el fortalecimiento de la democracia, la emergencia climática, la educación, la desinformación y generar impacto social positivo.

El nuevo informe recoge 22 medidas concretas para impulsar una adopción ética y responsable de la IA, integrando los aprendizajes del ecosistema global de innovación social de Ashoka y las aportaciones de más de 20 personas expertas de la academia, la administración, la sociedad civil y empresas tecnológicas. “Estamos a tiempo de decidir si la IA genera nuevas desigualdades o abre oportunidades reales para impulsar la participación y el bienestar social. Este nuevo documento invita a las Administraciones Públicas a liderar ese cambio y a demostrar que la Inteligencia Artificial puede servir para distribuir poder, reforzar derechos y ampliar la inteligencia colectiva y la participación ciudadana”, ha declarado Irene Milleiro, directora de Ashoka España y Portugal en la inauguración del evento.

Un marco estratégico con tres ejes para una IA democrática

El policy brief plantea un marco estratégico basado en tres ejes fundamentales para que la IA sea diseñada e implementada al servicio del bien común:

• Soberanía tecnológica: garantizar que los sistemas de IA operen bajo control democrático.
• Alimentación “inside-out”: conectar el conocimiento interno de las AAPP con la innovación generada desde la sociedad civil y el emprendimiento social.
• Democracia de banda ancha: aprovechar la IA para escuchar mejor a la ciudadanía, activar la inteligencia colectiva y abordar grandes retos sociales.

Estos ejes se traducen en recomendaciones a corto, medio y largo plazo, como la creación de consejos asesores permanentes sobre IA, nuevos mecanismos de escucha ciudadana apoyados en IA, o un Registro Central de Algoritmos de uso público que garantice transparencia y estandarización en las administraciones. Todo ello en un entorno que potencie la colaboración público-privada-social donde haya un intercambio real de conocimiento y buenas prácticas.

 Casos prácticos: la IA al servicio del bien común

En un contexto de desconfianza política creciente, uno de los mayores retos que tienen las instituciones  públicas es activar el potencial democrático de la IA,  escalando innovaciones al servicio del bien común. El informe incluye proyectos impulsados por su red global de innovación social, los Ashoka Fellows, que ilustran cómo la IA ya está transformando sistemas públicos.

Es el caso de la  plataforma colaborativa de SpotLab.ai, liderada por Miguel Luengo-Oroz, que ha sido utilizada en más de 40 hospitales y ha analizado más de 85.000 imágenes médicas, conectando ciencia, tecnología y servicio público. “Promover la creación de redes abiertas y  colaborativas entre sectores tradicionalmente desconectados permite identificar y resolver  necesidades no cubiertas”, señala Luengo.

Otro de los ejemplos destacados durante el evento es Change Dyslexia, cuyo software Dytective detecta el riesgo de dislexia y ofrece programas de  entrenamiento para mejorar habilidades lectoras. Su fundadora Luz Rello afirma:“La IA nos permite detectar de una manera más rápida y proactiva la dislexia las dificultades de aprendizaje en 15 minutos antes de que el estudiante suspenda y así evitar bajo rendimiento y la baja autoestima relacionada con las dificultades de aprendizaje. Nuestro test Dytective ha sido utilizado 450.000 veces»; una iniciativa que demuestra cómo la IA puede mejorar el aprendizaje y reducir desigualdades educativas.

Un evento para activar alianzas

Más de 200 personas han asistido al encuentro celebrado en el Madrid Innovation Lab, donde personas expertas del sector público, corporativo y del emprendimiento social debatieron sobre el potencial de la IA como co-piloto del emprendimiento social, las nuevas narrativas necesarias para situar la tecnología al servicio de la sociedad, y el papel de las administraciones públicas en desarrollar una IA centrada en las personas.