Científicas y activistas bloquean las entradas a la Comisión Europea para reivindicar el decrecimiento
El pasado viernes 7 de junio, una veintena de científicas y activistas de Scientist Rebellion, Growth Kills y Extinction Rebellion bloquearon las entradas a la Comisión Europea, impidiendo a los empleados ir a trabajar. Algunas pegaron sus manos a las puertas, otras sostuvieron carteles y pancartas con lemas como “El crecimiento verde es un mito”, “Prohibir el consumo excesivo”, “Mida el bienestar, no el PIB” y “Crear asambleas ciudadanas”. Otras colocaron carteles en la fachada, entre ellos el lema “El futuro es el decrecimiento” en letras gigantes.
Esta acción forma parte de la campaña internacional #GrowthKills, y su mensaje es claro: en el contexto de las elecciones al Parlamento Europeo, prácticamente ningún partido ha propuesto el decrecimiento, a pesar de que “es la única salida al estancamiento social y medioambiental. El crecimiento económico infinito y el llamado “crecimiento verde” son mitos diseñados para canalizar la riqueza hacia los bolsillos de los ricos”, según los colectivos.
Las científicas y activistas exigen un cambio en toda la UE hacia una economía floreciente que dé prioridad al bienestar de todos por encima de las ganancias de unos pocos. Tienen 5 demandas específicas a las instituciones de la UE:
– Abandonar el PIB como índice de prosperidad.
– Crear una asamblea de ciudadanos soberanos para decidir juntos nuestro futuro común.
– Hacer que las corporaciones paguen los verdaderos costos sociales y ambientales de sus actividades.
– Poner fin al consumo excesivo y a la publicidad que lo impulsa.
– Tratar los recursos esenciales como bienes comunes, gratuitos para todos.
Sebastián Gonzato, doctor en física, explica: “La ciencia es clara. Es imposible conciliar el crecimiento económico y la transición ecológica. Durante décadas, los políticos han estado tratando de vendernos el mito del “crecimiento verde”, pero nuestro consumo de recursos y nuestras emisiones de carbono continúan creciendo sin cesar, y la biodiversidad continúa en caída libre”. Recordando las palabras de la Agencia Europea de Medio Ambiente, añade: “Frente a las crisis sociales y ecológicas, sólo un cambio fundamental en nuestro sistema económico nos permitirá garantizar un nivel de vida digno para todos los pueblos dentro de los límites del planeta. El crecimiento económico infinito es imposible. Invención humana, esta mera ideología nos lleva directamente al suicidio colectivo”.
Wolfgang Cramer, autor principal del sexto informe del IPCC y ganador del Premio Nobel de la Paz, confirma: “El crecimiento económico es un concepto que fue útil hace casi 100 años para ayudar a los políticos a superar el desastre de la crisis económica mundial de 1929. Hoy en día, se ha convertido en un leitmotiv para justificar la destrucción de nuestros recursos naturales y apoyar la redistribución de la riqueza entre los más ricos. Lo que necesitamos es un sistema económico que garantice el bienestar de todos, respetando los límites del planeta. Esto es totalmente posible si tenemos la suficiente capacidad, voluntad política”.
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