Lützerath, el pueblo alemán símbolo de la lucha ecologista contra una de las minas de carbón más grandes de Europa

Por Tiziana Nerea Martín. Desde principios de enero se vienen llevando a cabo grandes represalias en el pueblo alemán de Lützerath, situado entre Aachen y Düsseldorf, en el estado federado de Renania del Norte-Westfalia. 

A pocos metros se encuentra, una de las minas de carbón más grande de Europa: Garzweiler II que contiene el tipo especial de carbón de lignito que extrae la empresa alemana de energía RWE. Anteriormente ya se han destruido varios pueblos para obtener carbón, y ahora se está destruyendo Lützerath.

Gran parte de los habitantes habían abandonado el pueblo ante la intención de RWE de incrementar su explotación, el resto fue expulsado y sus hogares fueron destruidos, uno de los motivos por los que diferentes activistas han estado ocupando el pueblo en donde se han estado autoorganizando con ciudadanos, y construyendo amplias coaliciones dentro del movimiento climático.

Entre los movimientos ambientales involucrados nos encontramos con Fridays For Future, movimiento juvenil que surge a mediados del 2018 en Suecia de la mano de Greta Thunberg, quien fue detenida mientras se manifestaba para impedir la demolición de la localidad para la ampliación de la mina de carbón a cielo abierto.

Esto trajo muchas controversias, ya que Greta se ha mostrado muy crítica con el partido verde alemán, “El hecho de que los verdes se comprometan con estas empresas demuestran cuáles son sus prioridades” afirmó.

Recordemos que actualmente en Alemania prevalece la Coalición Semáforo, integrada por el Partido Socialdemócrata -donde pertenece el canciller alemán Olaf Scholz-, el Partido Democrático Libre y el Partido Verde.

“No hay justificación posible para la violencia contra los agentes policiales”, repudió la ministra de Interior socialdemócrata, Nancy Faeser.

La semana pasada, llegaba al noroeste germano un barco de María Energy con bandera de Liberia. Su objetivo fue transportar Gas Natural Líquido. En la ciudad de Wilhelmshaven se realizará la inauguración de la primera terminal móvil de gas para que el país europeo pueda superar la crisis energética.

Tengamos en cuenta que Alemania es el estado miembro con más bancas en el hemiciclo del Parlamento Europeo. Y que en el año 2022, en el marco de la taxonomía, el Europarlamento ha rechazado poner un veto contra la inclusión de la energía nuclear y el gas como actividades económicas sostenibles.

Cuando hablamos de taxonomía, hablamos del sistema de clasificación de las actividades económicas, en este caso de las tecnologías de generación de energía eléctrica reconocidas como ambientalmente aceptables por la UE.

Le ofrecen a las empresas e inversores una definición de lo que es y no es sostenible para de esta manera evitar el greenwashing, o “lavado de cara verde”.

No afecta a las inversiones públicas porque están regulados por la política de competencia, es decir, hace que las empresas deban competir entre ellas para ser mejores y conseguir la innovación necesaria para ser mejor que sus competidores.

En Bruselas, hay una paradoja, ya que pese a ser declarada verde la generación de electricidad con gas natural seguiría sujeta al pago de derecho de emisión de CO2. Por eso, las empresas prefieren pagar el peaje que les da el pase libre para contaminar, en lugar de proyectar con una perspectiva mucho más sostenible.

En un contexto en el que Alemania se ve obligada a abandonar las importaciones de gas, petróleo y carbón debido a la guerra entre Rusia y Ucrania, el Parlamento Federal, Bundestag, ha lanzado un plan tranquilizador de 200.000 millones de euros para suavizar la subida de precios del gas y electricidad.

Según Huburtus Bardt, economista del Instituto para la Economía Alemana, “Las medidas del Gobierno, sobre todo, han llegado en el momento adecuado. Especialmente el freno al precio del gas. Porque eso va a aminorar la subida del precio de la energía. Y llega en el buen momento porque a partir del año que viene hay nuevos contratos para los hogares que tendrán otros precios”.

Es todo un desafío para los partidos miembros de la coalición semáforo, ya que se enfrentan ante una nueva era donde tienen que negociar y abordar cuestiones que no han tenido en cuenta a la hora de aliarse.

Alrededor de esta situación han habido muchas opiniones controversiales sobre el rol que han tomado las fuerzas policiales, RWE y principalmente los activistas.

Por eso he contado con la palabra de Michael Stani, un joven activista de 23 años, quien forma parte de Fridays For Future Alemania con sede en Bruselas, que nos ha contado sobre el panorama social que ha vivido en Lützerath durante su participación en las movilizaciones.

Michael ha trabajado en campañas como #NotMyTaxonomy y actualmente está trabajando en #OneForOne campaña que tiene como objetivo terminar con la financiación a proyectos relacionados con los combustibles fósiles.

“La policía está protegiendo las ganancias de la compañía energética. Yo me encontraba allí, y nunca me di cuenta de que formaba parte de la manifestación real. Simplemente seguí a las personas que caminaban hacia donde estaban manifestándose, finalizamos el recorrido y allí nos hemos encontrado con policías que golpearon a gran parte de las personas. Incluso he visto cómo a un padre de familia le rompieron la nariz. Muchos resultaron heridos”. Esto afirmaba Michael, quien mencionaba que un agricultor cuya familia ha estado viviendo allí durante más de cuatro generaciones ha sido expulsado del pueblo luego de perder un caso judicial contra la compañía energética el verano pasado.

Por otro lado, Antonia Paulsen de 19 años, quien hace unos meses trabaja en Fridays For Future Osnabrück, me comentaba que “Con el comienzo del desahucio en Lützerath, este se convirtió en un tema muy popular porque ha sido parte de las noticias principales cada día durante una semana en los principales medios de comunicación.

En las manifestaciones no solo han participado activistas, sino también civiles, estudiantes, jubilados, familias con niños y bebés”.

Antonia, quien reside en Málaga por estudios, durante el brote de manifestaciones y fuerte represión social ha visitado Lützerath en el marco de un campamento de activismo al que ha asistido en Keyenberg, pueblo más cercano.

Allí prevaleció una estructura muy coordinada, donde trabajaron junto a activistas de todas partes del mundo en pos de reorganizar las siguientes actividades y analizar el panorama social que han vivido.

Muchos campesinos y civiles que no pudieron asistir a las acciones en defensa del pueblo realizaron grandes donaciones de comida y equipamiento para los activistas, para de esta manera cubrir con sus necesidades básicas durante esos días.

Actualmente quedan pocas tiendas de campañas en el lugar e indudablemente en un tiempo todo desaparecerá. No obstante, la organización colectiva aún se enfoca en Lützerath y en otras ocupaciones recurrentes en Alemania, utilizando los medios de comunicación para ejecutar campañas de concientización y repudiar el proyecto de extracción de RWE.

Por otro lado, España se mantiene al margen de la lucha entre Francia que avala la apertura de centrales nucleares y Alemania que la condena. El gobierno alemán afirmó que mantiene como objetivo nacional lograr su independencia del carbón en la generación eléctrica para 2038 y se comprometió a adelantar su plan de eliminación gradual del carbón hasta 2030 en Renania del Norte-Westfalia, el estado en el que se encuentra Garzweiler II.

La ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico de España, Teresa Ribera ha afirmado que es fundamental que Alemania se una al corredor de hidrógeno impulsado por España y Francia. La gran infraestructura que le suministrará hidrogeno a Centroeuropa.

Mientras tanto, Pedro Sánchez durante su intervención en el acto Autonomía estratégica abierta: Hacia un nuevo pilar del bienestar europeo, afirmó que el “Orden internacional está cambiando y la Unión Europea debe adaptarse a él”.

En la audiencia integrada por representantes de los 27 estados europeos y de empresas, anunció que la futura presidencia española del Consejo de la UE continuará con la labor de buscar respuestas a la crisis de precios en el marco de “Autonomía Estratégica Abierta” sugerido por la Comisión Europea y situará entre sus principales prioridades la búsqueda de una mayor autonomía estratégica que sea a su vez socialmente justa y ambientalmente sostenible.

Imagen de portada: Lützerath. Foto de David-Luc Adelmann.