Derechos Humanos

Ampliando Horizontes: Erasmus+ y descubriendo Georgia

La magia de viajar no está solo en los lugares que visitamos, sino en las conexiones que establecemos con las personas que conocemos y en las historias que compartimos“. -Elizabeth Acevedo.

Por Tiziana Martín, activista y miembro de Juventud XClima. Desde el año 2014, la Unión Europea (UE) ofrece un programa conocido como Erasmus+ cuyo objetivo principal es fomentar la educación, la formación, la juventud y el deporte en Europa. El programa, sucesor del anterior llamado simplemente “Erasmus” se diseñó para promover la movilidad y la cooperación transnacional en el ámbito de la educación, con el fin de mejorar las habilidades y competencias de los individuos, así como para fortalecer la cooperación entre instituciones educativas y organizaciones en diferentes países europeos. El pasado 6 de julio se ha llevado a cabo la tercera edición del proyecto “NATURE PROTECTION 3” en Pećinski Park Grabovača en la localidad de Perušić, Croacia. Voluntarios procedentes de Eslovaquia, Francia, España y Georgia se han reunido durante 41 días para trabajar en un campamento de verano e idiomas con niños y adolescentes de entre 4 y 16 años.


Voluntarios de Eslovaquia, Francia, Georgia y España reunidos en las afueras de Pećinski Park Grabovača en la localidad de Perušić, Croacia.

Საქართველო
donde lo desconocido se encuentra con lo cautivador…

Georgia, Sakartvelo o Საქართველო un país del que no conocemos tanto como deberíamos y que si nos detenemos a ver en profundidad en los conflictos en los que estuvo involucrado durante los últimos 20 años nos daremos cuenta de la complejidad y el papel fundamental de Georgia en la geopolítica de la región del Cáucaso. A pesar de que solemos prestar más atención a los países de Europa Central o del Este, Georgia ha estado en el centro de diversos acontecimientos en las últimas dos décadas que merecen una consideración detenida.

Durante mis 6 semanas en Croacia pude conocer en profundidad que Georgia durante mucho tiempo ha buscado una estrecha relación con Europa y la comunidad internacional, trabajando de esta manera en la cooperación política, económica y cultural, así como en la implementación de reformas democráticas. Sin embargo, las tensiones regionales, en particular con Rusia y los conflictos no resueltos con las regiones separatistas, han planteado desafíos en su búsqueda de una mayor integración en el ámbito internacional.

Lari georgiano. Foto: ADVANTOUR

Pero, vayamos de a poco. En primer lugar, en Georgia se utiliza el Lari (GEL) como moneda oficial. El Lari se divide en tetris y está representado por el símbolo ₾. La moneda ha experimentado fluctuaciones en su valor a lo largo del tiempo formando una parte integral de la economía georgiana y reflejando la historia y la evolución económica del país desde su independencia en 1991.

Desde aquel año ha experimentado notables transformaciones y podemos considerar a Georgia como un país excepcionalmente rico y diverso.

Su economía se sustenta en una variedad de sectores, incluyendo la agricultura, la minería y el turismo.

A través de reformas proactivas, Georgia ha trabajado en mejorar su ambiente empresarial y atraer inversiones extranjeras. A pesar de logros notorios, aún enfrenta retos como la corrupción y la desigualdad económica.

Su estratégica ubicación geográfica en la región del Cáucaso, además de su papel como enlace clave en la Ruta de la Seda, le otorga un valor significativo en el comercio entre Europa y Asia, consolidando su posición como una economía en constante evolución y diversificación.

Las universidades georgianas han ganado reconocimiento internacional en áreas como medicina e ingeniería, y ofrecen programas en inglés además del georgiano. Esto refleja el compromiso de Georgia con el desarrollo de su sociedad y economía, preparando a las generaciones futuras para enfrentar desafíos globales con conocimiento y habilidades relevantes.

De Tiflis a Bruselas: El Viaje de Georgia hacia la Integración Europea

Los intercambios Erasmus tienen un impacto significativo en la educación superior de Georgia. Aunque no es un país miembro de la Unión Europea, participa como país asociado en el programa Erasmus+ en el que estudiantes tienen la oportunidad de realizar intercambios académicos, enriqueciendo su experiencia educativa al vivir y estudiar en otro país, y obteniendo créditos transferibles para su programa de estudio en Georgia. Además, profesores e investigadores también pueden aprovechar el programa para colaborar en proyectos conjuntos, compartir conocimientos y fortalecer la cooperación académica. No solo enriquecen la educación de los estudiantes y académicos georgianos, sino que también fomentan la comprensión intercultural y las conexiones internacionales, contribuyendo al desarrollo y la internacionalización de las instituciones educativas en Georgia y al fortalecimiento de los lazos con la comunidad educativa europea.

Desde una mirada inicialmente simple pude conversar con las personas de aquel país y durante ese camino me encontré con un punto de inflexión verdaderamente cautivador. ¿Cuál fue? Su idioma, el georgiano (ქართული ენა). Una lengua única e intrincada, con una historia milenaria y una estructura gramatical distintiva, el georgiano se caracteriza por su alfabeto propio y su rica tradición literaria. Aunque Georgia ha experimentado influencias lingüísticas a lo largo de los siglos, ha mantenido su singularidad, lo que refleja la resiliencia de la cultura y la identidad del país. No solo es una herramienta de comunicación, sino también un vehículo para transmitir valores culturales y conocimiento ancestral, consolidando su importancia en el tejido mismo de la sociedad georgiana.

Conocer a personas de este país y aprender su idioma conllevó una serie de beneficios enriquecedores para mí. Tengo un gran respeto por la cultura local y eso ha hecho que se me facilite una experiencia más autentica al interactuar con la gente en su lengua materna, construyendo así relaciones más genuinas y duraderas.


Graffiti anti-Rusia, pro-EU y pro-OTAN en las calles de Tiflis.

Durante este recorrido me encontré con un nuevo punto de inflexión. Pude ver, reconocer y asimilar todos aquellos puntos de interseccionalidad que apuntan directamente sobre los antecedentes históricos de este país, siendo en varias ocasiones Georgia considerada referente de la política de la UE en materia de Asociación Oriental, las encuestas demuestran que Georgia aún mantiene el sueño de entrar a la Unión Europea, afianzar su relación con Europa y desintoxicarse de uno de los actores políticos internacionales más importantes de la era moderna, Rusia.

Resurgiendo de las Cenizas: Georgia después de la Guerra de 2008 y sus relaciones con Rusia

Todos de manera innata sabemos los beneficios que trae nacer en cualquiera de los países que componen el viejo continente y las oportunidades que le otorga a sus ciudadanos y residentes organismos internacionales como la Unión Europea.

Todos quieren formar parte, con sus pros y contras, la Unión Europea sigue siendo de gran carácter estratégico para todos los países, ejerciendo influencia económica, comercial y diplomática, promoviendo la estabilidad y la cooperación en temas internacionales, lo que la convierte en un actor relevante de la escena mundial.

El país siempre ha hablado mucho de sus ambiciones y aspiraciones de integración europea pero la guerra con Rusia y las tensiones resultantes afectaron a este proceso de acercamiento.

A pesar de las dificultades, Georgia continuó expresando su interés en la adhesión a la UE y buscó fortalecer sus lazos políticos y económicos. Hubo avances en términos de cooperación en áreas como el comercio y la elaboración en cuestiones de seguridad.

La persistente inestabilidad en la región y las complicaciones derivadas del conflicto en 2008 afectaron la velocidad y la profundidad del proceso de acercamiento entre Georgia y el organismo internacional.

Hace no mucho tiempo, a raíz de sus antecedentes históricos, su cultura y sus valores europeos, el anterior gobierno de Mijeíl Saakashvili llegó a utilizar la palabra “reintegración” para referirse al camino de vuelta de Georgia a la familia europea.

Desde la Revolución de las Rosas en el 2003, el país ha llevado a cabo grandes reformas para reforzar la gobernanza, frenar la corrupción y liberalizar de manera drástica sus políticas económicas y comerciales. Sin embargo, al despejar la vía europea, el país se vio invadido por Rusia en 2008.

La guerra olvidada por Europa: El conflicto entre Rusia y Georgia

El conflicto con Georgia fue el momento perfecto para que, tras 20 años de problemas económicos y políticos, la gran potencia estuviera de vuelta. En la actualidad Rusia ocupa aproximadamente el 20% del territorio de Georgia, principalmente en las regiones de Abjasia y Osetia del Sur.

Mapa del actual territorio ocupado por Rusia.

La guerra entre Rusia y Georgia tuvo su origen en una serie de tensiones políticas y étnicas que se habían acumulado durante años en la región de Osetia del Sur, una región separatista de Georgia. La ciudad que sufrió el primer ataque aéreo por parte de las fuerzas rusas fue la ciudad georgiana de Gori.

Una calle en Gori está llena de escombros después de un ataque aéreo ruso. Foto: RadioFreeEurope.

Es una ciudad estratégicamente ubicada en el centro de Georgia y fue uno de los lugares más afectados durante el conflicto. Los ataques aéreos y terrestres causaron daños significativos en la ciudad y sus alrededores, lo que resultó en la pérdida de vidas humanas y la destrucción de infraestructura.

Aunque la importancia histórica de Joseph Stalin en el conflicto es limitada, el hecho de que Gori sea su lugar de nacimiento añade una dimensión simbólica a la guerra. La ciudad ya tenía una historia asociada con Stalin, y esta conexión podría haber influido en la percepción pública y la retórica durante el conflicto.

Después de la disolución de la Unión Soviética en 1991, Georgia declaró su independencia y Osetia del Sur buscó la independencia de facto y tener relaciones más cercanas con Rusia. A lo largo de los años se produjeron enfrentamientos y tensiones esporádicas entre las fuerzas georgianas y las fuerzas separatistas osetias respaldadas por Rusia. La región estaba militarizada y en un estado de inestabilidad constante.

En agosto de 2008, las tensiones estallaron en un conflicto armado. Rusia envió tropas y tanques a la región, afirmando que estaba interviniendo para proteger a la población de Osetia y restablecer la paz. Sin embargo, la comunidad internacional condenó esta intervención y la consideró una violación de la soberanía de Georgia.

Después de varios días de intensos combates, se estableció un alto el fuego, pero las relaciones entre Rusia y Georgia quedaron profundamente dañadas.

Dos mujeres se abrazan en medio de las ruinas de Tskhinvali, que fue destruida en gran parte durante los combates.Foto: RadioFreeEurope.

Rusia reconoció la independencia de facto de Osetia del Sur y Abjasia, lo que generó una fuerte condena de la comunidad internacional. Solo unos pocos países (principalmente aliados de Rusia) reconocieron la independencia de estas regiones, mientras que la mayoría de los estados consideraron que seguían siendo parte de Georgia.

En cuatro meses, Rusia logro restablecer el control y según datos de la Misión Oficial de Investigación de la UE, la guerra de cinco días se llevó la vida de alrededor de 800 personas.

Si bien ambas partes cometieron numerosas violaciones de las leyes en situación de guerra, días posteriores a la retirada de las tropas de Tiflis, las fuerzas de Osetia del Sur destruyeron de forma sistemática aldeas de etnia georgiana.

La relación de Georgia con la comunidad internacional ha estado marcada por su apoyo para preservar su soberanía, resolver conflictos territoriales y fortalecer sus lazos económicos y políticos. Después de obtener su independencia en 1991, Georgia ha trabajado para establecer relaciones diplomáticas y económicas sólidas con otros países y organizaciones internacionales.

Desde entonces, el conflicto con Rusia ha sido un punto clave en las relaciones internacionales. A pesar de la falta de reconocimiento generalizado de la independencia de estas regiones, Georgia ha mantenido esfuerzos diplomáticos para resolver el conflicto y ha buscado apoyo internacional para su integridad territorial.

Durante todos estos años ha buscado acercarse a organizaciones como la Unión Europea y la OTAN, buscando una mayor integración euroatlántica. Esto ha implicado reformas políticas y económicas para cumplir con los estándares de estas organizaciones. En términos económicos, Georgia ha trabajado en acuerdos comerciales y alianzas para diversificar la economía y promover la inversión extranjera.

El país formalizó su aspiración a unirse a la OTAN en 2010, y la alianza reconoció en varias ocasiones que Georgia tenía el potencial de convertirse en miembro en el futuro. Sin embargo, unirse a la OTAN requiere una serie de pasos que un país debe cumplir, incluida la resolución de conflictos internos.

He visto una controversia entre lo que la sociedad georgiana desea y las acciones que el gobierno lleva adelante. La reticencia de la OTAN hacia Georgia considero que tiene que ver con la frontera común con Rusia, y aunque la OTAN tiene que mantener su política de puertas abiertas es claro que está planteando diversas fórmulas para los países aspirantes sin llegar a la adhesión.

El apoyo ruso a las regiones separatistas de Abjasia y Osetia del Sur ha dejado heridas profundas en la relación. Diferencias culturales y políticas arraigadas en la historia, así como la influencia de la propaganda y la geopolítica regional, también han contribuido a la desconfianza mutua y a la dificultad para construir relaciones más positivas entre ambos grupos.

Si lo analizamos desde la perspectiva de Georgia, las tensiones con Rusia se originan en una historia de dolor y pérdida. La anexión forzada por el Imperio Ruso en el siglo XIX marcó el inicio de un largo período de subyugación y privación de la soberanía georgiana. Las heridas se profundizaron aún más durante la época soviética, cuando la identidad y la cultura se vieron suprimidas en el engranaje de la Unión Soviética. Las consecuencias de la guerra en 2008, con la ocupación rusa siguen siendo una dolorosa realidad, que se siente como una violación a la integridad territorial y a la búsqueda de autodeterminación.

En este contexto, la retórica y la influencia rusa a menudo se perciben como una amenaza constante a la seguridad nacional y la construcción de un futuro independiente. Estas experiencias pasadas y contemporáneas han forjado una sensación de búsqueda por lo propio en la sociedad georgiana, haciendo que las tensiones y desconfianza hacia Rusia sean una parte intrínseca de la realidad georgiana moderna.

De Tiflis a Kiev: La Ayuda de Georgia en el Conflicto Ucraniano

El apoyo de Georgia a Ucrania probablemente se basa en varias consideraciones, incluida su propia experiencia con la invasión rusa en 2008. Esta experiencia compartida de la agresión rusa fortaleció los lazos entre los dos países, agrupando a miles de civiles en multitudinarias manifestaciones y protestas.

Durante los últimos años, Georgia recibió con las puertas abiertas a muchas familias que buscaban un nuevo hogar hasta que la guerra finalizara.

Un joven llora durante una manifestación de apoyo a Ucrania en Tbilisi, Georgia, el 4 de marzo de 2022. Foto: Daro Sulakauri. Getty Images.

A pesar de los avances tecnológicos y el aumento de la conciencia global, las guerras contemporáneas han seguido infligiendo un alto costo humano y social. Los avances en la comunicación han permitido una mayor visibilidad de los conflictos y sus impactos, lo que ha llevado a un mayor llamado a la paz y a la cooperación internacional.

La historia contemporánea también ha demostrado la capacidad de las naciones y las comunidades para unirse en la búsqueda de la paz y la resolución pacífica de conflictos. Los esfuerzos diplomáticos, las organizaciones internacionales y los movimientos civiles han jugado un papel importante en la mitigación de las tensiones y la promoción de soluciones pacíficas.

Sin duda, una de las cosas que realmente hace brillar a Georgia, y que tuve el placer de conocer y descubrir durante mis días en Croacia, es su población resiliente, que día a día se esfuerza por mantener viva su esencia única. A través de su idioma, música, danzas y tradiciones, y a pesar de los desafíos y luchas que enfrenta día a día, la gente de Georgia demuestra una determinación inquebrantable para preservar y compartir el legado de su tierra. A través de épocas de cambio y transformación, la esencia de Georgia ha perdurado como un faro de esperanza.

Con cada paso hacia la libertad y la democracia, su gente ha demostrado su compromiso con un futuro mejor. A pesar de las adversidades, Georgia se alza como un ejemplo de la capacidad humana de superar obstáculos y forjar un camino hacia la autodeterminación. Su historia es un recordatorio inspirador de que la voluntad del pueblo puede moldear su destino incluso en los momentos más desafiantes.

TIFLIS, GEORGIA. Los georgianos ondean su bandera nacional durante una manifestación por la paz celebrada en la Plaza de la República. Foto de Cliff Volpe. Getty Images.

One thought on “Ampliando Horizontes: Erasmus+ y descubriendo Georgia

  • Me ha gustado el artículo. Bien explicado, sintetizado y se percibe la experiencia de la autora con personas locales.

    ¡Bravo!

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